La propietaria es consciente de que su piso vale menos que cuando lo adquirió, hace nueve años.
¿Cuánto? Se estima que el mercado residencial ha tenido una bajada media que ronda el 40% desde el inicio de la crisis en 2008, asegura José Manuel Gómez de Miguel, secretario de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV). Aunque, los precios han empezado a subir en algunas ciudades y eso comienza a notarse en las tasaciones.
Antes de desplazarse, la tasadora de Tinsa había pedido a la propietaria que tuviera a mano la nota simple de su vivienda —se solicita en el Registro de la Propiedad—, para verificar la descripción registral y la superficie real. Este paso es clave. “Te puedes equivocar en el valor, pero no en el piso que estás tasando porque puedes hipotecar la casa del vecino”, dice con tono serio Villamor.

No hay que olvidar que en España es obligatorio realizar una tasación completa para hipotecar un inmueble. “La mayor parte de las valoraciones reguladas se realizan a efectos de garantía hipotecaria, en cuyo caso se exige la participación de un profesional que realiza la inspección interior del inmueble y múltiples comprobaciones”, aclara José Vicente Rubio, director de Formación de Tinsa.
La reactivación del mercado se está dejando notar en el número de tasaciones inmobiliarias. En el segundo trimestre de 2016 el Ministerio de Fomento ha contabilizado 120.048, lo que supone un alza del 19% interanual. Tanto en Tinsa como en ST Sociedad de Tasación dicen haber aumentado en torno al 10% el número de valoraciones. Además, dan cuenta por primera vez desde el comienzo de la crisis de que han crecido las tasaciones hipotecarias solicitadas por particulares, en detrimento de las propias de entidades financieras (sus activos en balance). Nada tienen que ver estas tasaciones con las estimaciones gratuitas online que ofrecen algunas agencias, ya que son meras orientaciones sin ningún valor jurídico.
La localización es el parámetro que más determina el valor de un inmueble
Tras hacer fotos con el móvil del edificio y del interior del piso, Villamor saca una hoja de acabados que empieza a rellenar. Comprueba, entre otras cuestiones, el material que cubre suelos y paredes, las puertas y ventanas, iluminación, armarios, sanitarios, antigüedad de la caldera, si hay terraza, y el año de la última reforma. Con respecto al edificio apunta que la fachada es enfoscada y que la estructura es de hormigón, que no tiene zonas comunes, ni jardín ni piscina, pero que sí cuenta con ascensor. “Generalmente los pisos altos de edificios con ascensor, a igualdad de características y condiciones de conservación que los de las plantas inferiores, suelen tener mayor valor. Se produce el efecto inverso cuando no lo tiene”, explica César Hernández, director de Análisis de Mercados de ST.
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